A veces de noche, enciendo la luz para no ver mi propia oscuridad.

domingo, 1 de junio de 2014

Transicion

     En cuanto Learoy alcanzo al Baali todo el lugar se lleno de polvo, se produjo un suspenso de como un minuto, todos ansiabamos saber que es lo que habia pasado. Una vez que el polvo se disipó, notamos que el golpe de Learoy fue en vano. Había golpeado la muralla, y su puño estaba incrustado, Tan pronto nos percatamos de ello, lo intentamos buscar.


- Vamos, no pierdan su tiempo, el resultado de esta contienda es....jeh-jajaja...¿En serio creen que me pueden derrotar, inclusive! llegar a tocar? - Todos nos volteamos al mismo tiempo. Estaba dandonos la espalda, a un lado del altar, ojeando el libro que Learoy habia arrojado lejos.

- Antes de que no nos veamos más, o ¿quién sabe? ...jeh! - en un abrir y cerrar de ojos ya no estaba en su sitio, sino mas bien, estaba junto a Learoy y en su mano empuñaba un arma, era una especie de espada, con unos extraños grabados en la hoja - un pequeño regalo de despedida - nos apresuramos para evitarlo, pero fue en vano todo ocurrio tan rapido que en cuanto llegamos a Learoy estaba atravesado por la espada, la estocada fue tal que lo dejo sobre el nivel suelo atravesando la pared - Eso fue por lo de Ayperos, en cuanto despierte diganle, que lo estaré esperando...Eso si es que despierta jajajaja...les regalo la espada, para que asi, por lo menos tengan algo de mi - y en un chasquido de dedos, desaparecio frente a nuestros ojos.

- Learoy, hey! hey!, has llegado muy lejos para morirte ahora
- No servirá de nada, entro en letargo - dijo Sofia mientras levantaba la cara de Learoy y miraba a traves de sus ojos.
- ¿Letargo y eso es bueno o malo? - no comprendia que quería decir esa palabra.
- Esta en una especie de coma, será mejor bajarlo de aqui - mientras no está luchando, siempre me es fácil olvidar la presencia de Jaquim.

Luego de abandonar el lugar y volver a la mansión, le rendimos cuentas al Principe, le explicamos sobre la casa, los papeles encontrados, los tuneles subterraneos, el ser del inframundo y la sala de torturas, todo esto mientras atendian a Learoy, que al parecer no habia nada que hacer. El principe se lo tomo con la mayor de las calmas, luego de oir nuestra historia, nos pidio que lo dejaramos a solo.

- Vayamos a ver como está Learoy - Jaquim siempre me roba las ideas.
- Hay un rumor que dice que el Principe está siendo controlado por el Sheriff - dijo Sofia.
- ¿Sheriff? -
- Sí, el Sheriff, es el brazo armado del Príncipe se encarga de que cumplamos las tradiciones y sino, bueno el castiga a los infractores, ¿no lo viste dentro de la sala? -
- No, para nada, ¿dondé estaba? - quede marcando ocupado con eso de Sheriff.
- Siempre esta a su lado izquierdo, nunca se despega de él -
- Nop, ni cuenta me di -
- Bueno, más allá de eso, ¿será cierto ese rumor? -
- Solo es un rumor - dijo Jaquim, muy sereno y serio.
- Sí, Jaquim tiene razón, solo es un rumor, ¿por qué creer? -
- No sé, más que mal nadie ha visto la cara del Sheriff siempre está con esa...cosa, que parece manta, sobre su cabeza -
- ¿Y no crees que si eso fuera verdad, alguien ya lo habria notado? - Eso es, Jaquim siempre tiene la razón.
- Ummm... - Sofía no tenia como responder a eso, pero aún así, rumor o no,  la forma en como actuó el Principe no es para nada normal... ¿será que en verdad hay gato encerrado en todo este asunto?.

Al llegar a la sala donde tenian a Learoy, los que cuidaron de él nos dijeron que lo unico que podiamos hacer era esperar, ya que, como bien sabimos el letargo no es algo del cual se despierte de un dia para otro.

Me acerque a Learoy, jurandole que vengaría lo que le habia pasado, dejaría de lado mis temores y me convertiría en alguien como él, aunque me costase lo haría.

    A la noche siguiente, escuchando las noticias de la media noche, dijeron que un lanchón con treinta y dos personas a bordo perdiendose en las aguas del lago Maihue, provocando la muerte de diecisiete personas y la desaparición de otras once personas, la mayoría estudiantes.

- De seguro fueron ellos, como bien dijo ese sujeto, ya no están aqui ahora sus planes los continuan en Valdivia, no comprendo que están tramando -

- ummmm... de seguro, nada bueno - Sofia parecia estar tan confundida como yo.

El principe nos dio la noche libre, ya que, ya no podiamos hacer nada si los Baali se habian marchado de la ciudad o quizás de la región, ahora otros vastagos se harín responsables de ellos, aún asi, no teniamos animos de salir a ningún lado, debiamos cuidar y velar porque Learoy despertase.

Asi es como termina una inconclusa misión, la primera pero no la ultima.

27 de noviembre del 2005

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